Estamos ante una etapa, socialmente ilusionante, el capitalismo se ahoga en su propia sangre. Los márgenes y el caldo de cultivo propicio para su desarrollo, están próximos al agotamiento. Su subsistencia depende de dos parámetros, simplificando, una mano de obra barata, ( localizada en el tercer mundo ) lo que genera un articulo cuyo gasto de producción es extremadamente bajo y masas consumidoras de esos bienes, ( sitas en el primer y segundo mundo ), con capacidad para comprar esos productos, a un precio que al productor le permita enriquecerse, lo más rápido posible, invirtiendo una parte de esas plusvalías en el negocio, permitiéndole aumentar y abaratar la producción, a la que vez ser más competitivo en los mercados, incrementando las ventas y lógicamente sus beneficios. De estas dos patas, la primera le empieza a fallar y la segunda sin la anterior, no es efectiva.
El freno al desarrollo del mundo pobre, no es casual, sino algo premeditado, hace falta gente a la que el hambre anule su voluntad, llevándole a situaciones peor que la esclavitud, (un esclavo era un bien del esclavista, debía alimentarlo y cuidarlo para evitar su deterioro), al capitalista no le importa si se muere, le da una cantidad económica, que no le permite subsistir, lo que le lleva a trabajar más horas y ocupar toda su energía en sobrevivir, él y sus dependientes. Mientras tonto para marear la perdiz y desviar la atención, crean organismos internacionales, contra el hambre, en defensa de los niños del tercer mundo, (cuando es su codicia la que les lleva a su situación, formando parte de los grupos guerreros que ellos crean, para apoderarse de las riquezas de sus países ), contribuyen con las ONGs, lo que les permite evadir impuestos y todos tan contentos, en fin hacen gala del cinismos y la hipocresía que les ha llevado a su insultante situación económica.
Miles de millones de estos trabajadores, empiezan a reivindicar condiciones laborables, equiparables al mundo del despilfarro, sus países empiezan a demandar bienes de consumo y ellos aspiran a disfrutarlos, para lo cual necesitan un desarrollo económico que se lo permitan, China y la India fundamentalmente están a la cabeza de este cambio social. Si en primera instancia, este hecho seria un dato positivo para el capitalista, le presenta ante una difícil situación, encontrándose ante mucha demanda, contra un encogimiento de la oferta y un encarecimiento del producto, llevandole a replantearse sus beneficios o la manera de obtenerlos. Prácticamente como gran bolsa productiva, solo les queda África. Pero este continente, se mueve en dos encrucijadas, las revoluciones sociales de los países árabes que se están produciendo, en oriente próximo, medio y Mediterráneo, cuyos objetivos son equiparar sus condiciones sociales a las nuestras, esto tampoco apoya las necesidades capitalistas. De otra parte, la huida de las guerras fratricidas, propiciadas por las grandes multinacionales en el afán de esquilmar las riquezas y las grandes migraciones que escapan del hambre, es decir de la muerte, fundamentalmente hacia Europa. Esta situación está reduciendo de forma rápida y progresiva, los viveros a explotar. ¿Quien producirá los bienes de consumo?, que los países ricos debemos comprar, si por un lado cada vez quedan menos en el tercer mundo y los que quedan quieren cobrar equiparados a nosotros, como es su derecho, este enigma no tiene solución, dentro de los parámetros económicos en los que vivimos, por tanto la muerte del sistema parece inevitable, la agonía, larga o corta, dependerá de la salida que seamos capaces de dar la izquierda mundial.
El capitalismo toma medidas, sabedor de su fin, intenta, como es lógico, alargar su vida todo lo posible. Para ello generan la brutal crisis en la que nos han sumido, Desregularizan los mercados, con el invento del autocontrol, para generar el caos formado, no digo que inicialmente supiesen como se iba a producir, pero sí, porque era lo lógico, que la estructura descontrolada, daría lugar a la creación de los mil agujeros creados y esto obligaría a cambiar las reglas del juego a su favor. Si no podemos aumentar nuestros beneficios sangrando al tercer mundo, bajaremos las condiciones socio-laborables, de los trabajadores del primer mundo. De tal manera que la crisis creada, en lugar de pedirles las oportunas responsabilidades, por sus robos, clama a los países, para que cubran sus deudas y bajen las condiciones de los trabajadores, ( aumento del periodo productivo, alcanzando más tarde la edad de jubilación, con peores condiciones económicas, congelación salarial incluso reducción de salarios, mas bolsas de paro, recortes en el estado del bienestar- sanidad, enseñanza, derechos sociales) privatizando las atenciones públicas y poniendo precio a los países, que les han cubierto sus deudas, pura paradoja, por medio de la valoración de la deuda emitida por los estados. Todas estas medidas, solo son botellas de oxigeno, ya no podrán respirar al aire libre, dependerá de nosotros que seamos capaces de dar una alternativa, veraz e ilusionante, por la que luchar por OTRA SOCIEDAD ES POSIBLE, cuanto más corto el periodo agónico, menos sufriremos todos y antes nos quitaremos de encima esta lacra.
Nadie estaba en condiciones de pronostica las movilizaciones de los países árabes y mucho menos, que estas nos marcarían la pauta. Irán, Egipto, Túnez, Siria, Yemen, Bahréin, Libia, Argelia, Marruecos, Jordania, han iniciado un proceso desigual pero en la misma dirección y coincidente en el tiempo, donde, lo que es de vital importancia, las mujeres han sido y son protagonistas de las protestas, es incierto el rumbo exacto de estos procesos, pero algo es inamovibles, nada volverá a ser lo que era en esos países, es evidente que no se sale de un régimen feudal medievalista para convertirse, en paradigma de las libertades y la igualdad, a pesar de ser esas sus consignas más clamadas, la lucha será larga y desigual, pero no cabe duda que han cogido el futuro en sus manos. Sus métodos de lucha, la resolución y el valor con el que se enfrentan a sus poderosos gobiernos, es un ejemplo para el mundo, la sangre derramada es el coste de sus pretensiones, los muertos nos llenan a todos de dolor, ellos son los escalones en los que los pueblos árabes, asentaran su nueva realidad.
Han hecho lo que aquí teníamos prácticamente olvidado, se han adueñado de las plazas, el espacio público, es el lugar donde se dan los cambios sociales.
La plataforma 15M POR UNA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA retoma este espacio. Nuestros jóvenes y no tanto, están indignados, todos lo estamos, pero como dueños del futuro empiezan a exigir su protagonismo social, por ahora es un movimiento heterogéneo de bajo contenido social y organizativo, nada nace hecho, pero en están incipientes movilizaciones, millones que creemos que el mundo puede ser más igualitario y hermanado, empezamos a sentir un aire rejuvenecedor que nos hace observar el futuro con esperanzas. Aquí no serán necesarios los ríos de sangre, nuestra situación en derechos civiles, no lo puede permitir. Es necesario crear una alternativa al sistema, antes que las multinacionales sigan imponiendo su locura, ellos van a la desesperada, saben que no tienen futuro, este es nuestro más que nunca, hay que buscar lo que nos une, dejar a un lado las divergencias que tendrán su momento, pero no este, nada será definitivo, pero hay que empezar a abrir camino entre la maleza. Todos estamos de acuerdo en que hay que distribuir la riqueza, de forma más racional, que es necesario asegurar y garantizar los servicios esenciales para la comunidad, enseñanza, sanidad, alimentación, trabajo y vivienda para todos, atención a mayores, mas implicación en nuestro destino DEMOCRACIA PARTICIPATIVA. También tenemos que crear organizaciones internacionales, ya no es un país, el mundo es nuestro, las soluciones o son globales o servirán de poco. Esto costara sacrificios y tiempo, por lo que hay que ponerse a la faena y hacer camino. Hacen falta nuevas estructuras, nuevas organizaciones que acojan a las actuales y den cabida a colectivos e individuales que tengan interés en la participación. Lo que hay no nos vale para enfrentar el futuro que estamos a punto de crear, se dan las condiciones para hechos que marquen la historia, como la Revolución Francesa, o la Rusa, hace casi 100 años de la última, ya es hora de abrir ventanas y puertas, dejando entrar los nuevos aires. ¡¡ ES LA HORA DE OTRO MUNDO!!
